Historia
A mediados del siglo XIX la actividad minera en la parte oeste de la Sierra Nevada empezaba a declinar. Por esta razón, los gambusinos buscaron mejores oportunidades en el lado este. Uno de ellos fue William S. Bodey, quien descubrió una veta de oro en 1859 en el lugar posteriormente conocido como Bodie Bluff. Su apellido fue tomado para bautizar la naciente localidad que en ese lugar se levantaría. A finales de los años 1870 el pueblo alcanzó su apogeo. En ese tiempo, una de las minas, la Standard, rendía cantidades considerables del precioso metal; de hecho, unos 30 yacimientos producían unos 400 mil dólares mensuales en conjunto. Por otro lado, los crudos inviernos cobraban algunas vidas, así como los accidentes en las excavaciones.
En 1878 Bodie alcanzó los 5.000 habitantes, cantidad que se doblaría al año siguiente. Junto al crecimiento de su población se instalaron saloons (unos 65 en ese tiempo), restaurantes, burdeles y sala de ópera; también circularon tres periódicos, y se construyeron iglesias, bancos y escuela. No eran extraños los crímenes en el lugar y por esto la localidad se ganó una mala reputación. Para el caso, un religioso señaló a Bodie como «un mar de pecado, azotado por la tempestad de la lujuria y la pasión».
Debido a la escasez de madera en los alrededores, fue organizada una empresa ferrocarrilera para su transporte al pueblo. Para la instalación de los rieles fueron contratados ciudadanos chinos. Al mismo tiempo, muchos empezaron a radicarse en las cercanías del lago Mono. El declive de Bodie empezó en 1882 con la bancarrota de las compañías mineras, provocando que la población empezara a emigrar. A pesar de todo, dos empresas se unieron en 1887 para continuar operando, y los yacimientos locales fueron de los primeros donde la electricidad fue instalada en el país. En los años 1892 y 1898 la localidad sufrió incendios. Hacia 1915 el empresario James Stewart Cain implantó una serie de negocios, entre ellos el de transporte de madera a través del lago Mono, y además la administración un campo minero. Nuevamente un incendio arrasó la ciudad en 1932, dejándola un 95 por ciento dañada.
La localidad continuó funcionando en la era de la Gran Depresión, pero las minas locales rendían escasamente. La última de ellas cerró operaciones poco después de la Segunda Guerra Mundial. Sus reducidos habitantes murieron en esa época y Bodie pasó a convertirse en una «ciudad fantasma». Sería en los años 1960 que Bodie fue designado un Distrito Histórico de los Estados Unidos.
El lugar es uno los despoblados mejor conservados del país, y en total alberga unos 200 edificios; aunque sólo un 10 por ciento pueden ser considerados originales. Para la recreación de la historia de Bodie existe un museo, además de paseos turísticos a las antiguas minas.
Además de la quiebra de varias empresas mineras, otros hechos resultaron clave para la desaparición de Bodie. Varios incendios fueron calamitosos para el destino del pueblo, pero además la falta de madera hacía que los crudos inviernos se convirtieran en insoportables, provocando la muerte de varios pobladores cada año.
La mayoría de la gente comenzó a mudarse a Utah y a Arizona, en busca de más minas de oro. Para 1910 sólo 698 personas vivían en Bodie y dos años más tarde el único diario del lugar, “The Bodie Miner”, dejó de imprimirse. El pueblo se estaba muriendo y su agonía duraría 50 años más.
En el siguiente video vas a aprender más acerca de este pueblo fantasma...