Ciudad 40
Hiroshima, Chernobyl, Fukushima… Son lugares asociados a desastres nucleares que todo el mundo conoce. Pero todavía existen ciudades misteriosas que albergan secretos terribles. Es el caso de Chelyabinsk-40, actualmente rebautizada como Ozerks, que se mantiene como una de las ciudades cerradas que aun conservan un estatuto especial en Rusia.
El 29 de septiembre de 1957, en Chelyabinsk-40 acaeció el que es conocido como el tercer peor desastre nuclear de la historia… pero nadie se enteró de nada hasta varias décadas más tarde. Solo las autoridades soviéticas y parte de la población de Ciudad 40 asumieron la gravedad de aquel accidente nuclear.
El sobrecalentamiento de uno de los tanques que contenían productos de fisión altamente radioactivos reventó la tapa de hormigón que cubría la trinchera de enfriamiento. Una nube radioactiva comenzó a extenderse por la zona. Se dice que aproximadamente 200 personas murieron en los siguiente diez días, pero, como en cualquier desastre nuclear, eso no fue lo peor…
Zhores Medvedev fue uno de los primeros en transmitir en Occidente la información sobre el desastre de Chelyabinsk-40. El bioquímico e historiador tenía 32 años en 1957 y trabajaba en un laboratorio de Moscú que se encargó de monitorizar las consecuencias de aquella tragedia. Obviamente, Medvedev no corrió a un periódico occidental a contar lo ocurrido en aquel entonces. Esperó 20 años. Cuando por fin logró huir de la Unión Soviética en los años 70 comenzó a desvelar secretos que conocía de primera mano. Uno de ellos fue el desastre de Ciudad 40.
En 1980 publicó un libro conocido como Desastre nuclear en los Urales. En él se analizan las causas y las consecuencias de la explosión vivida en la central nuclear de Mayak, al sureste de Chelyabinsk-40 y en la que trabajaba buena parte de la población. Algo así como la Pripyat de Chernobyl. Al margen de los fallecidos en las horas posteriores a la explosión, se calcula que 20.000 personas fueron evacuados inmediatamente y más de medio millón fueron expuestas a radiación. Por supuesto, se trata de estimaciones ya que el accidente de Chelyabinsk-40 “nunca sucedió”…
Tanto es así que hoy la central nuclear de Mayak sigue siendo una de las principales de Rusia. De hecho, hace semanas, la prensa occidental, basándose en un estudio científico, achacaba a Mayak la responsabilidad de la misteriosa nube radioactiva que en 2017 cubrió parte de Europa y Asia.

En el siguiente video aprenderás más de esta ciudad...
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